En base a años de trabajo los investigadores de BEMER han obtenido reconocimientos revolucionario sobre la biorrítmica de los procesos de regulación de la microcirculación locales y superiores. La parte esencial de la tecnología BEMER es un sistema de señales multidimensional, que estimula efectivamente la microcirculación limitada o trastornada. Ayuda por consiguiente a uno de los mecanismos de regulación más importantes del organismo para prevenir, para los procesos de curación, de convalecencia y de regeneración.
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Con el tratamiento BEMER aumenta la reacción de los hematocitos blancos. Así puede actuar activamente contra peligros externos para su salud. En esa base se permite a todo el sistema inmunitario proteger mejor al organismo en caso de infecciones o de cargas por estrés o por factores medio ambientales nocivos.
Los mecanismos de regulación corporales naturales se encargan de la adaptación a las modificaciones de nuestro entorno (temperatura, agua, aire, alimentos). Con lo que se garantiza el mejor funcionamiento posible de nuestro organismo en todo momento. A ello pertenece el que en caso de sobrecarga de esos procedimientos de regulación (enfermedad) el cuero intente él mismo volver a recuperar la función perdida. El tratamiento BEMER ayuda a esas actividades de reparación (proceso de cura) de nuestro organismo con una mejora de las condiciones de trabajo de todas las células implicadas – pues la microcirculación mejorada es la base de ello.
La curación de las heridas consta de una serie de diversos procesos en el organismo. En primer lugar hay que soltar y eliminar el tejido destruido por la lesión (las paredes celulares). Después se puede formar en ese lugar nuevo tejido, sano. Eso significa una prestación de altura de todas las células involucradas en el proceso. Para poder conseguirlo, las células tienen que estar óptimamente alimentadas y eliminados sus residuos, lo que sólo se puede garantizar con un microcirculación que funcione correctamente en las zonas afectadas. El tratamiento BEMER se encarga de la microcirculación óptima y apoya al rendimiento de las células. Las consecuencias: una curación de las heridas más rápida.